Carta antes de suicidarme...

Carta antes de suicidarme...

Bien Dios no quisiera dar mal a nadie, a mí me la dio como ninguna. Una mujer que hace daño a cualquiera y aman de poca manera.

Dicha mujer fue en algún momento gran parte de mi vida, la luz de mis ojos, el sendero de mis días, pero, como todo tiene un final siempre, y siempre un final tiene todo, tuvo que pasar. Con el paso del tiempo, fui descubriendo lo que ella era en verdad, solo alguien a quien le gustaba jugar con los demás, haciéndolos sus marionetas para que salgan a bailar y ganarse así unos centavos de más.

Esta es la mujer que nadie quiere en su vida y sin embargo a mí me toco, cruz y mi maldición, me hace sentir mal cuando quiere y no recuerdo cuando me sentí bien con ella, odio lo que es y quienes la hicieron así y odio todo lo que tenga que ver con ella, como yo soy parte de ella también me odio a mí.

Es triste pues ella tendría que ser para mi alguien supremo y digno de orgullo pues no lo es, nunca se preocupó y nunca lo hará por nadie más, es por ella por la que ahora decido cometer delito o pecado mortal como les parezca mejor, morir a quien soy en verdad, matarme, asesinarme, acuchillarme, desde hoy sé que todo cambiara y ya nada será igual esa mujer me condeno con su aliento que sale de esa boca de fuego, me quemo con los ojos que furiosos me miraron y de su mano delicada recibí zarpazos que destrozaron mi alma, su lengua puntiaguda y corazón de hielo congelaron y me hicieron en el infierno, esa mujer de la cual procedo y bien niego todo lo que tenga que ver con ella y me niego a mí mismo por formar parte de ella pues desde ahora no seré esclavo de sus caprichos, ni seré esclavo de sus condenas, pues hoy me suicido para siempre y muero lentamente al ser que creí ser, hoy no dormiré en la noche y pensare que es lo que ese mal anhela, porque es ella así conmigo o tan solo porque no puedo escapar de esa hiena, pues bien hoy moriré con la condena, mañana no estaré más en esta luna llena, es hora de un adiós de pena, porque ella solo hace sufrir y solo condena es esa mujer de la cual muchos llaman con el nombre de madre, y es ella la que atormenta mis penas…