4/26/2011

ELLA y EL



EL dijo con lágrimas en los ojos: debes de marchar ya es tarde, el ocaso a punto de caer esta. ELLA sin mirarlo pensaba en su interior y si la vida se acabara aquí y ahora, y yo sin EL, y el sin mí, que triste seria morir, EL por otro lado, sin pensar decía: ¡márchate! pero en su interior deseaba que se quedara, que se quedara solo un instante más, un segundo más, una hora más, un vida más. ELLA que lo había entendido dijo: me marcharé para no volver jamas y como un destello de luz fue su mirada de tristeza clavada en el corazón de EL, EL que no pensaba en otra cosa que en el amor que le tenía y ELLA que deseaba por que le rogase que se quedara una eternidad, pero ya era tarde, EL tomo la decisión, ELLA decidió marchar. llego el ocaso y ELLOS no se dieron aquel beso que nunca quisieron dar, el último beso, con el cual se entierra un presente para revivir al recuerdo y hacer que poco a poco se valla llenando de olvido. EL miraba triste los pasos que ELLA daba cada vez más lejanos como si ante ellos se le fuera la vida y el corazón del pecho, y en parte era verdad, pues no se sentía igual al saber que aquella que una vez tubo su corazón en las manos y guardo con siete llaves en un cobre del alma se marchaba, y EL sin poder decir nada. quería decir alto, no te vayas, te amo tanto, pero no debía de decirlo sabía que era tarde, sabia que en un rincón del mundo donde el no conocer el olvido y donde ya hace el sufrir de la despedida por fin comenzaba a rugir. ELLA por otro lado marchaba lentamente esperando a un no te vayas, o a un quédate conmigo solo esta noche, y por qué no toda la eternidad, pero sabía que EL no lo haría así, y porque ELLA no decidio decir que lo amaba, que aun lo amaba, y que quería estar con EL toda su vida pero estaba mal, sabía que estaba mal y mientras tanto la despedida la despedazaba a cada paso que daba, sentía dolor y angustia, tristeza del alma, tristeza de corazón, al saber que enterraba un amor florecido a un desértico recuerdo y a un escaso fluir de alegría y una vez más ahí estaban EL sin ELLA y ELLA sin EL ah que tristes es la despedida y que triste será el recuerdo y solo rogaran porque la mano del olvido los llene de nuevo.

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